- Esta mañana, en la puerta del supermercado, había un hombre de edad avanzada cubierto con una manta. Suele estar ahí y alguna vez he conseguido darle alguna moneda cuando salía. Me cuesta mucho dar dinero a la gente porque me hace sentir muy mal.
El caso es que esta mañana le he dado una moneda y al salir he pensado que igual le sentaba mejor un cafecito, porque hacía frío y no sé. Me he encaminado a una cafetería mientras pensaba si coger el café o no. Se me han ocurrido muchas excusas por el camino pero al llegar he pensado: Es mayor, tiene frío, es un café caliente, no me va a decir que no. Y lo he comprado, junto a unos bollitos. Se lo he llevado y se lo he ofrecido con todo mi cariño y él se ha sorprendido muy gratamente y me lo ha agradecido. Le he cogido la mano al dárselo solo con el interés de mostrarle afecto y un poco de contacto humano sincero. Y luego me he levantado y marchado.
Lejos de sentirme bien, me he puesto a llorar como una madalena mientras un clavo invisible me atravesaba el pecho.
- A día de hoy, me parece completamente imposible que vaya a conocer un hombre con el que quiera acostarme o dejar que me toque. Un año y medio hace que me separé.
- Nuestra gatita Selina ha muerto. Y desde hace una semana intento no venirme abajo pero no sé si va a ser posible. La vida no parece real, ni la luz, ni la lluvia, ni el sol. El frío sí.
- Me voy a Belfast el 14 de Junio a las 10:35 AM. Me quedaré 15 días allí en casa de un amigo para cuidar a su perrita mientras él no está, y luego me marcho a Clara, Irlanda, a casa de un señor que no conozco pero que parece majo. No sé a qué voy, a estar en Irlanda y pensar en qué hacer con mi vida.
Esta vez me voy sólo con un billete de ida, y ya iré viendo cómo van las cosas.
- Ojalá encontrase la manera de escribir algo con cara y ojos. Es que no sé por donde empezar.
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