NAUSEA

Wen // sábado, 26 de mayo de 2018


Estoy cansada de notar la angustia recorrer mi interior desde la faringe al estómago y viceversa.
De ver familias felices, de que me cuenten que mi amiga de la infancia fulanita, ha tenido un niño. Y menganita otro, y qué contentos están todos, los abuelos felices, los papás extasiados, todo el mundo superfeliz. Me da nausea, se me retuercen las tripas de envidia.
Es bastante nueva esta sensación para mi porque no he sido envidiosa nunca en mi vida. Además este caso es especial porque yo ni siquiera quiero niños, vamos no los había querido nunca.
Creo que lo que siento es la evidencia de que no puedo tener una familia. Una evidencia constante de que estoy sola. Es una evidencia diaria de mi fracaso personal formando mi propia familia después de 14 años.
Es posible que ni siquiera sea envidia, es posible que sea rabia, tristeza, frustración, fracaso.
Sea lo que sea duele mucho, mental y físicamente. Me dan ganas de arrancarme las entrañas.
Cuanta más felicidad veo fuera, peor me siento yo, es una sensación espantosa que jamás había tenido. Antes cuando veía felicidad se me contagiaba y yo me sentía mejor. No entiendo muy bien qué me pasa, y me preocupa porque no querría convertirme en una de esas personas amargadas y horribles.
El tema este de las familias me tiene totalmente machacada.
Estoy intentando encontrar una vida para mi, algo que me apetezca y me ilusione, pero todo es muy confuso y no sé qué quiero. No soy capaz de despegarme de estas sensaciones de tristeza, soledad y fracaso.

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