LIFE

Wen // lunes, 2 de abril de 2018



Separarse de la gente que se quiere es muy difícil. Si es una decisión ajena es más fácil aunque dolorosa igualmente, pero si es propia no solo es dolorosa, también es un infierno.
Es que vivir ya es difícil en sí mimo, si encima te empeñas en hacerlo a tu manera, prepárate.
Todo a mi alrededor gira entorno a una cosa, que yo entienda que nada es para siempre. Que las personas y animales y situaciones, se van, se acaban o se mueren. Que es así, que lo disfrute lo que sea capaz y no me aferre, ya que otras personas, animales y situaciones vendrán.
Pero yo soy incapaz de asimilar esto, la contínua pérdida. Me esfuerzo, y lo comprendo, pero es un puto puñal retorciéndose en mi esternón cada día.
Y no hay solución a esto, es vivir aislada en una caja o vivir sin más. Y yo quiero vivir, pero me duele mucho todo el rato.
Hay algo peor que echar de menos?
Qué miedo todo.
A veces sueño plegarme a la inercia y a la pereza. Conseguir un trabajo mediocre que me pague una habitación, para poder tener un gato, o un perro. Y vivir bebiendo vino de 4 pavos y comiendo queso ahumado, quejándome por mi trabajo de mierda y por no poder hacer nunca nada. Dentro de la comodidad de la estabilidad, por odiosa que esta sea, refugiándome en mi gato y llorando por las noches. Pero resulta que no soy capaz de hacerme eso. Encerrarme a mi misma solo por miedo y pereza. No.
Soy valiente y muy frágil. Una combinación penosa abocada a alguna calamidad.
Pensaba que cuando creciera me haría más normal, pero se ve que conmigo algo no ha funcionado.
Señorita, lo sentimos pero la actualización a adulto medio no ha podido realizarse con éxito. Apague el sistema y vuelva a encender, y si el error persiste, contacte con un técnico.
Que le jodan al técnico, a su actualización y a su puto sistema de mierda.


0 comentarios