SOLTAR AL GATO

Wen // jueves, 27 de agosto de 2015



Llevo ya bastantes meses que no es que esté saliendo de mi zona de confort a menudo...es que prácticamente no entro en ella!
Casi cada día me pongo a mi misma en sitios o situaciones que no me son cómodas, que me provocan conflicto, que me dan miedo o me generan mucha desconfianza. Llega a habituarse uno a esta sensación de vértigo en la tripa, a las palpitaciones, a la presión en en el pecho y los escalofríos. La verdad es que a veces me pregunto si será saludable.
Una de las cosas que me mantiene a diario alejada de mi zona de confort es el gato. Jonesy se coló en nuestras vidas y realmente en ningún momento me paré a evaluar qué significaría tener un gato. Cuando decidimos adoptarle pensamos en si económicamente podíamos hacer frente y si la convivencia con nuestros perros iba a ser buena, poco más.
Pero hay muchas más cosas a tener en cuenta, cosas que cuando nunca has tenido gato, no te paras a pensar porque no las sabes.
Jonesy ha pasado muchos años viviendo en la calle, y aunque es un gato muy casero ahora, y muy miedosillo ( a saber lo que habrá pasado el pobre ), sale a la calle.
En el mundo gatuno hay gatos de casa ( que jamás pisan la calle ), y gatos indoor/outdoor ( los que salen y entran de casa ). Sí, en serio. Incluso los alimentos están adaptados a cada tipo de gato. Una de las primeras cosas que pregunta un veterinario al explorar a un gato es: Es de casa o sale?
Cuando tienes un gato que sale a la calle tienes que mentalizarte muy bien de lo que eso supone, y supone ni más ni menos que se puede pelear con otros gatos, contagiarse de algo, le puede pillar un coche,  alguien le puede hacer daño, se puede pirar varios días, mil cosas, supone aceptar un montón de riesgos....y eso es muy jodido.
Abrir la puerta al gato y asumir que todo esto puede pasar es una cosa muy difícil y muy dura, sobre todo si se es una persona, como yo, miedosa de por sí y super-protectora.
Me acuerdo lo mal que lo pasé cuando empezamos a soltar a los perros...que me cogían unos ataques de pánico que iba medio ahogada por la calle.
Tener un animal implica muchas responsabilidades, y una de ellas es darles una vida digna, una vida de perro o de gato. Y los perros y los gatos no pueden estar siempre atados o encerrados, son felices libres, haciendo sus cosas de perro y gato. Para mi, abrirle la ventana al gato implica salir de mi zona de confort. Lo paso mal aunque sé que es lo correcto. Intento pensar en Jonesy y en su bienestar primero, en su felicidad, pero aun así las paso putas.
Soy de la opinión de que si quieres a alguien no puedes encerrarle y protegerle de todo, pero por otro lado es lo que me sale naturalmente hacer, así que tengo que estar todo el rato luchando un poco contra mi misma.
Puto gato.
Yo sé que esto me viene bien, que esta incomodidad es parte de mi crecimiento personal, que es muy bueno...pero como estoy tan incómoda no me satisface mucho. Lo hago porque sé que es lo correcto, y espero que poco a poco los cambios se vayan produciendo en mi, ese miedo e incomodidad vayan disminuyendo...y todo sea mas relajado. Quiero seguir creciendo y aprendiendo y sé que no hay otra manera.
Poco a poco voy comprobando que hay muchas maneras de vivir esta vida. Hay una manera de vivir mas bien plana, como la que llevaba antes. En la que iba deslizándome día a día, sin implicarme en nada, sin zambullirme en nada, evitando las situaciones incómodas, yendo a lo mas seguro y huyendo de cualquier clase de intensidad y riesgo. Pero también hay otra, más enfocada a crecer y desarrollarse personalmente, aprender, dirigir tu vida allá donde quieres ir. Asumiendo toda clase de riesgos, incomodidades y dificultades. Implicándote en cosas, sintiendo sin miedo ni restricciones.
Seguro que hay otras muchas maneras de vivir, yo solo conozco estas dos y aunque la de ahora es más difícil, sin duda me quedo con ella. No sé el motivo, no podría decirlo. Supongo que prefiero vivir, sentir intensamente, disfrutar y sufrir... Me parece más atractivo que la sensación plana y aburrida que tenía antes. Me imagino que será algo químico, que mi cerebro hace que mi cuerpo produzca grandes cantidades de droga y por eso aunque lo pase mal, quiera más.
A veces me pongo a pensar cómo sería el mundo si todas las personas que lo habitan vivieran así.
Os imagináis un mundo lleno de gente que se atreva a vivir intensamente, a desarrollar sus proyectos y sus sueños, a hacer lo que les gusta de verdad...a soltar a sus gatos?







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