Cada día que paso en Madrid tengo la sensación de que me voy perdiendo en un caos de prisa, ruido y compras. Supongo que las navidades no son una época muy ideal para la relajación en una gran ciudad.
He pasado varios días comprando o yendo de compras, sola y acompañada y no estoy acostumbrada, me siento saturada, agobiada, y como no, triste.
Siento la necesidad de parar y apartarme de todo, pero dado que vivo en el centro de Madrid, que trabajo en una tienda y que es Diciembre...va a estar complicada la cosa.
He pensado que voy a ponerme una disciplina algo más estricta en algunos aspectos, principalmente en la hora de levantarme, que está siendo lo que más me está costando desde que me fui de casa. Levantarme a una hora razonable y practicar todos los días el saludo al sol, como primer reencuentro con el yoga. También quiero tomarme un pequeño desayuno todos los días antes de salir.
Estoy intentando no seguir perdiendo peso ya que me complica mucho las cosas el tema de la ropa. Y bueno, lo voy consiguiendo, esta semana he perdido sólo 0,300 gr.
Entre el trabajo, que tiene unos horarios muy variables, y la sensación que tengo de que tengo muchas cosas que hacer, siento que me estoy perdiendo, y no me puedo permitir eso ahora, así que necesito encontrar la manera de que eso no pase, dedicándome al menos un par de ratos al día sólo para mi.
Uno será el de la mañana, y otro querría que fuera algo de lectura antes de dormir, aunque sea un ratito. Dejar un poco el movil y todos los contactos e interacciones rápidas que me proporciona y estar más en mi.
Otra cosa que me gustaría sería encontrar un espacio verde por donde pasear de vez en cuando, eso me vendría estupendamente.
Es muy difícil no dejarse arrastrar por esta marea de ruido, gente, tiendas, comidas y prisas. Mucho, pero necesito frenar
Esta mañana he tenido un momento muy bonito y de calma, uno que me ha hecho como reencontrarme conmigo misma por unos minutos y me he dado cuenta de lo mucho que lo necesito.
Le he llevado café y algo de comer para él y para su perrita a un chico que está en la calle, cerca de donde vivo. He estado hablando un rato con el, y haciendo mimos a la perrita...y no tengo palabras para explicar lo mucho que me ha aportado ese rato. Más que toda la semana pasada junta.
He sentido. No me refiero a sentir algo mío, sino a la sensación de notar que algo cálido y amoroso entra en mi desde fuera. En este vacío que tengo dentro, se ha colado algo esta mañana. Algo bueno.
Tengo la certeza absoluta de que lo que más me llena es dar, en todo lo amplio de los conceptos dar y recibir. Me llena de algo indeterminado que no puedo explicar, pero que siento aquí dentro y que es muy real.
A esto quiero ir acercándome, a esta sarai, a esta manera de vivir, conmigo y con mi alrededor.
No quiero aislarme, ni mucho menos, quiero estar con mis amigos, hacer cosas, aprender...pero siendo yo, y siendo consciente.
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