VENCERSE

Wen // miércoles, 3 de julio de 2013


Esta noche apenas he pegado ojo. Entre que hacía un viento tremendo y Bilbo, uno de mis perros, se ha pasado casi toda la noche tosiendo, he sido incapaz de coger el sueño. A ratos daba cabezadas pero sueño profundo en ningún momento.
Me he despertado con mucho dolor en los hombros por las malas posturas que he adoptado casi todo el tiempo y por estar cambiándolas cada pocos minutos.
Al levantarme, bastante agotada y dolorida, me he dado cuenta de que para más INRI, me había bajado la regla, adelantándose 3 días por primera vez en medio año.
Vamos, que no me he levantado de la mejor manera.
La mañana ha transcurrido bastante mal... y aun así parece que he conseguido volver a desayunar fruta como venía haciendo hasta hace dos o tres semanas.
Llevo 3 semanas bastante malas con la alimentación...la verdad es que no me extraña del todo que se me haya adelantado el periodo.
El caso es que me he pasado la mañana llorando, lamentándome por diferentes cosas, con mucha rabia y muchos malos sentimientos. Casi todos focalizados en lo mala persona que soy, que no estoy a la altura de nadie, que no me merezco a nadie y demás cosas auto destructivas típicas de mi cuando estoy así.
De este modo ha ido llegando la hora de cerrar la tienda, las 14:00, que es la hora a la que empiezo yo con mi ejercicio. Estaba pensando que llegaban las 14 y me estaban dando todos los males, lo único que me apetecía era quedarme tumbada llorando y luego ir al supermercado a por una baguette y una cuña de Emmental y zampármelos enteros sin pensar para después tumbarme otra vez a seguir llorando y compadeciéndome de mi...además de cargar con la culpa de haber comido pan y sobre todo...queso. Y con el dolor de tripa que eso me acarrea además, porque me sienta fatal.
Pues estaba ya por dentro decidido que así iba a pasar el día cuando de repente he oído  algo que me decía que no me dejase vencer así por mis hormonas y mis sentimientos tóxicos. Me decía " Vamos Sarai, no te dejes ganar así. Dos caminos se abren delante de ti, cuál vas a coger el bueno o el pésimo? levántate, cámbiate y ponte en marcha, date una oportunidad"
Y eso he hecho, aun llorosa he cerrado la tienda, y he empezado a cambiarme despacio, no muy convencida de lo que estaba haciendo...apeteciéndome mucho más la opción de llorar y comer queso.
He cogido mi mp3, me he subido a la elíptica y he enganchado el cable como he podido para no tener que sujetarlo en la mano todo el tiempo. Me he puesto los auriculares, he seleccionado un álbum y me he puesto en marcha.
Hacía años que no oía música con auriculares y no recordaba lo increíblemente potente que puede ser la música, a todo volumen derramándose directamente en tus oídos, es una sensación fantástica. Me ha dado tal subidón que se me ha pasado la tontería en "cerocoma" vamos.
Entre la música y el ejercicio he pasado el mejor rato que recuerdo haber pasado en todo el año, ha habido un momento que incluso he temido explotar cual supernova y acabar con el planeta yo solita :D
Todo esto ha dado como resultado 1 hora de elíptica. Nunca en mi vida había realizado un ejercicio aeróbico durante tanto tiempo, nunca.
Por primera vez en muchos años me he notado empapada en sudor, he sentido las gotas precipitarse a mis clavículas y bajar corriendo hacia mi pecho haciéndome cosquillas. He podido mantener el ritmo muy bien, no me he fatigado nada, he mantenido las pulsaciones y no me ha dado ningún tirón.
Casi 5 Km ( 4,9 )
Ha sido perfecto, uno de los ratos más perfectos que recuerdo, me he sentido plena, tan feliz que yo creo que ocupaba hasta más espacio :D
Y no me engaño, sé que mis hormonas han tenido mucho que ver aquí también, igual que me han hecho sentir lo peor esta mañana, me han hecho sentir lo mejor esta tarde.
Es muy difícil no dejarse llevar a veces, poder cortar a tiempo el círculo vicioso que nos hace no poder levantar cabeza y verlo todo cada vez más negro, sufrir sin parar.
Yo hoy me he sentido muy orgullosa de haberme sobrepuesto a mi misma y de haber sabido que lo que quiero es cuidarme y quererme, no hacerme daño y maltratarme.
Creo que otro día me habría costado mucho más esfuerzo llegar a la hora de elíptica, porque me parece que es ante los malos momentos, ante los que algunas personas rendimos con más eficacia. Sobreponernos nos da mucha fuerza, fuerza de la que normalmente a lo mejor no disponemos.
Además, la serenidad que me ha dejado me ha permitido darme cuenta de lo mal que he hecho algunas cosas esta mañana, me encontraba tan encerrada dentro de mi ponzoña que ni siquiera era capaz de verlo.
Estoy descubriendo cosas muy bonitas de mi misma en este blog, el deporte estoy segura de que va a ser una de las más importantes.
Para celebrar la victoria me he comido un melón bien fresquito y luego un par de dátiles Modjool.
Y ahora a seguir disfrutando del día, con una sonrisa, la que da el saberse victorioso en la lucha contra uno mismo y sus hormonas...que no es moco de pavo.


                                                      Aquí la prueba gráfica. Quería que marcara 1h exacta, pero la canción 
                                                                          no había acabado y son incapaz de parar en mitad de una canción...

2 comentarios

  1. Jo qué guay! yo hace mucho tiempo que descubrí que el día que menos te apetece es exactamente el día en que tienes que obligarte, y que siempre compensa muchísimo! pero qué difícil es ese momento en que tienes que tirar por el camino 'bueno'... enhorabuena!! :)

    ResponderEliminar