DESCANSAR O NO DESCANSAR

Wen // martes, 29 de marzo de 2016

May the force be with me :)

Unas semanas después voy más o menos bien con la dieta. He seguido bajando peso todas las semanas menos ésta última, que he engordado un kilo. Y contenta, eh? Con lo que he comido y bebido pensaba que habría engordado al menos tres. El cuerpo es agradecido, si lo tratas bien te lo devuelve :)
Y de cuerpos venía yo a hablar hoy. Del mío, más concretamente.
Aunque soy una persona de ir avanzando poco a poco pero sin parar, siempre me han movido las epifanías. Un día, de repente, me doy cuenta de algo, y ahí comienza mi andadura. A día de hoy tengo muchos temas en los que voy mejorando y evolucionando, son como caminos paralelos, desiguales, eso sí, con cada cosa voy a un ritmo. A veces paro algunos para centrarme en otros y luego cambio, o llevo varios a la vez pero con más relajo....para mi lo importante es seguir avanzando. Tengo una amiga que dice que soy muy exigente y que debería darme descansos en los que no esté luchando por nada y simplemente me acepte tal y como estoy en ese momento. La verdad es que aunque yo estaba muy segura de mi manera de hacer las cosas me hizo pensar, aun le estoy dando vueltas, no sé si sería buena idea darme un descanso en ese sentido. Tampoco sé cuando sería buen momento para parar. Lo iré madurando a ver qué decido al final.
En este tema de las epifanías me quiero detener, porque precisamente he tenido una esta semana. Parto de que una epifanía siempre es buena porque te abre los ojos con respecto a algo, y ser consiente de algo es siempre el primer paso para cambiarlo así que hay que tomarlas siempre bien. Dicho esto, ésta en concreto a mi me ha caído un poco como un jarro de agua fría.
Es muy difícil de explicar pero digamos que me he dado cuenta de que mi estrategia vital de seguir adelante sin mirar atrás no va a funcionar. No lo ha hecho hasta ahora y no lo va a empezar a hacer.
Toda mi vida he sabido que yo no estaba bien. Es una sensación física clarísima que es imposible de explicar con palabras pero es como me he sentido siempre, mal. Mal conmigo misma, mal con mi cuerpo, mal en general. Esto me ha llevado a ser una persona muy introvertida, a tener muchísimos problemas con la comida y a no conseguir jamás sentirme bien.
Hará unos seis años, durante una terapia que estuve siguiendo, apareció el motivo para estas y otras tantas cosas en mi vida, y no era otro que haber sufrido abusos de niña. A partir de ese momento fui capaz de explicar tantas cosas de mi misma que me relajó mucho en lugar de agobiarme.
Pensaba que el hecho de contar con esta información haría una diferencia importante, pensaba que me permitiría sacudirme toda la costra de encima y empezar mi vida de otro modo. Sentirme bien, relacionarme con la gente, bajar de peso. Pero no ha sido así. No he dejado de sentirme mal, aunque he bajado bastante de peso aun me queda mucho por delante y estoy empezando a ver que tampoco va a suponer ningún cambio con respecto a esto. Veo que voy a estar delgada y a sentirme igual de mal que me siento ahora, porque cómo me siento con respecto a mi misma no tiene que ver con mi aspecto o con mis aptitudes personales o profesionales.
Hace años opté por este camino, por no remover el pasado y esforzarme mucho en construir mi futuro, y me doy cuenta hoy de que no es suficiente, de que así nunca voy a estar bien, de que cada vez me cuesta más evolucionar porque el lastre que arrastro es ya más grande que yo misma.
Esto me deja en un punto jodido de mi existencia personal, porque no quiero enfrentarme a esto. No quiero, no quiero, no quiero. Simplemente, no quiero.
Es mal momento para darme un descanso, como me dice mi amiga. De momento voy a concentrar todas mis energías en acabar de adelgazar lo que me sobra, y cuando haya acabado con esa tarea, y solo entonces, volveré a replantearme mi situación personal y mi camino.
 Puede que entonces me tome ese descanso, porque creo que me va a hacer falta.

0 comentarios